viernes, 29 de abril de 2016

Relato para el 50º Aniversario de Retamar

- eres egoísta, y si no cambias te vas a quedar solo…

Ya estábamos otra vez con la misma cantinela. No se da cuenta de que lleva desde principio de curso soltándome la misma chapa ¿Acaso él nunca tuvo 17 años? Ya me gustaría haberle visto a él cuando estaba en 1º de bachillerato. Alguna vez D. Juanjo me contó cómo era D. José María cuando era alumno. Dice que era un chaval muy simpático aunque un desastroso estudiante, que quizás por eso era capaz de entendernos tan bien a los “casos perdidos”. Seguro que si hubiéramos tenido la misma edad nos habríamos llevado muy bien.

D. José María ha sido mi preceptor desde que entré en Retamar en 1º de primaria. A mi madre la tiene totalmente ganada. Dice que si he conseguido llegar hasta 1º bachillerato sin haberme quedado rezagado ha sido gracias a D. José María. Aunque a ella no se lo digo, sé que tiene razón: ha tenido que dar la cara por mí en un montón de juntas de evaluación. Y si hay alguien que me conoce bien es él. Me ha visto siendo enano, pasar “la edad del pavo”, y ahora ser un adolescente desorientado.

Con mis padres hay veces que me resulta muy complicado hablar. Sé que les preocupa qué voy a hacer con mi vida, pero si intentan que tengamos la típica conversación padres-hijo, acaban tirando la toalla porque dicen que no pongo de mi parte. Eso cuando no me llevo un bofetón por contestarles mal.

En cambio con él es distinto. No me importa que me diga las cosas a la cara, sin paños calientes. A decir verdad lo prefiero. También yo puedo decirle las cosas tal y como las pienso, y si intercalo algún taco o expresión soez (como dice D. Miguel Ángel en clase de Lengua) no se enfada. Creo que ha sido la persona que más fuerte ha apostado por mí. Pareciera que es él y no yo, quien está perdido.

Pero no se vayan a creer que todo ha sido perfecto en mi relación con D. José María ¡Qué va! También hemos tenido nuestros buenos enfados. Sin ir más lejos, lo que les contaba al principio:

Resulta que estábamos en clase de mates con D. Enrique. Yo tenía uno de esos días en los que estaba atravesado. Ya por la mañana había discutido con mi madre. Se había enterado de que el sábado anterior me había colado con unos amigos en una discoteca, y claro como yo le había dicho que ese día me iba a ir a casa de un amigo a ver una peli y que después me quedaba a dormir, pues nada que se armó una buena y entró en cólera. Pero esa es otra historia, volvamos a la clase de mates.

Decía que estaba atravesado, por eso cuando D. Enrique me pidió los deberes y le dije que sí los había hecho pero que se me habían olvidado en casa, se volvió a liar. Me dijo que qué casualidad y a mi aquello no me sentó nada bien y se me ocurrió contestarle que si quería íbamos juntos a mi casa a por ellos. Esta vez a quien no le sentó bien aquello fue a él. Me preguntó si le estaba tomando el pelo, y yo en vez de callarme le seguí contestando hasta que me echó de clase. Ya ven, un pequeño conflicto mal gestionado ¡Menudo día!

Fui al despacho de D. Alfonso, el jefe de sección, pero como no estaba y todavía tenía 25 minutos por delante hasta que terminara la clase, decidí ir al campo de fútbol. Me aseguré de que no me viera nadie y fui hasta la parte de atrás, al lado de las pistas de tenis. Ahí me tumbé y me encendí un cigarrillo. Quería estar solo y no pensar en nada.

13.30h Tenía que volver. Empezaba la clase de Historia con D. Jaime. Y durante esa clase me sacó D. José María para hablar. Como D. Jaime me tenía cogida la medida, le pidió al encargado de puerta que le dijera a D. José María que se asomara, quería estar seguro de que era verdad. Y lo era.

- Bueno ¿y ahora qué ha pasado? Me ha dicho D. Enrique que te ha echado de clase. Y hueles a tabaco ¿no habrás estado fumando otra vez?
-Ufff -suspiré- A ver esta mañana…- y empecé desde el enfado con mi madre hasta el pitillo en el campo de fútbol.
- Luis, hoy es el último día antes de las vacaciones de Semana Santa. Verás, sobre lo que te voy a decir no quiero que me contestes ahora, piénsalo estos días y a la vuelta me dices tu respuesta. No me refiero ahora solo a lo que ha ocurrido hoy. Hablo en general. Sobre el modo en el que te conduces y funcionas. Eres egoísta, y si no cambias te vas a quedar solo. Ya sé que esto me lo has escuchado otras veces. Verás, hoy la has fastidiado. Con tu madre y con D. Enrique. Sé que muchas veces te cuesta dominarte, y no te culpo, tienes un carácter fuerte y pasional, pero si no te controlas -si no aprendes a controlarte- nunca serás dueño de tus actos.

La vida es una pasada, pero no siempre podemos hacer lo que nos gustaría. Aprender esto es parte de lo que supone ser adulto. Debes coger las riendas de tu vida, tomar decisiones libremente y ser responsable de las consecuencias. Tienes la posibilidad de dedicarte a pensar en ti o en los demás. Y te aseguro que es mucho más interesante pensar en los demás.

Hoy tienes que pedirles perdón a tu madre y a D. Enrique. Te has portado como un niñato. Pero no basta con eso. Tienes que decidirte a cambiar. Comprometerte a que este curso sea importante para ti, para tu madurez. Mi ayuda no te va a faltar. Ni la de tus padres. Pero tienes que ser tú quien decida cambiar. Y dejar de ser un niño, y empezar a ser un hombre ¿Te acuerdas del cura skin que vino a dar una charla? ¿Recuerdas aquello que explicaba sobre volver a empezar? ¿Sí? Bueno, pues piensa en todo esto, y a la vuelta de vacaciones hablamos.

¡Boom! ¿Cómo creéis que se queda uno después de un speech así? Pues hecho polvo claro…Pero no les voy a rallar más con mis movidas. Solo les voy a copiar parte del correo que le escribí a D. José María durante las vacaciones:

Fecha: 9 de abril 2004 11:07
Asunto: Nunc coepi

Querido D. José María:

Las vacaciones han ido genial. Hemos estado unos días esquiando, pero ya le contaré a mi vuelta. Sólo quería adelantarle que he pensado mucho en todo lo que me dijo antes de vacaciones. Y que me ha servido. Y sí, asumo el compromiso.

Y ahora le dejo que tengo que estudiar. Me ha pillado el toro, y creo que los  exámenes de evaluación van a ser emocionantes ;)


P.D.: la frase del asunto me la ha enseñado mi madre, ¿a que mola?

jueves, 28 de abril de 2016

La vida moderna es IKEA

En mi opinión IKEA resume el modo de vida moderna.

Donde las relaciones son de usar y tirar. Donde nos llenamos de cosas inservibles pero muy baratas. Donde no hay lugar para lo heredado porque todo es nuevo, a estrenar, mío propio, autónomo e independiente.

IKEA simboliza la fugacidad de la vida, lo provisional de todo, pero eso sí con un toque aparente. Que me perdonen los suecos por usar su empresa como metáfora, pero si ha tenido tanto éxito quizás tenga que ver con lo bien que se amolda su modelo de negocio a nuestra sociedad.

Después de pasarme parte del verano instalando la casa de un amigo con todo tipo de muebles de IKEA, acuñé una frase no exenta de malicia: IKEA, una forma barata de arruinarte la vida.

martes, 26 de abril de 2016

Como en casa, en ningún sitio mejor

Cuando empecé a trabajar, una de las cosas que más ilusión me hizo fue la de disponer de ticket restaurant. Teníamos un centro comercial en frente de la oficina con varios restaurantes. Los había de comida americana, japonesa, argentina, vasca, etc. Al principio disfruté mucho yendo a todos, probando distintos menús. Era la ilusión por la novedad, por poder elegir tú la comida y así comer solo lo que te gustaba.

Pasado el primer mes, la ilusión se acabó como sucede con casi todo lo material. Lo novedoso da lugar al acostumbramiento, y finalmente al aburrimiento. Había probado todos los sitios, y repetido mucho de los que me gustaban más. Empecé a aquejar las incomodidades de una digestión pesada, y la falta de algunos alimentos -lo reconozco, nunca comía fruta, pescado o verduras-.

Experimenté la tristeza de una falsa libertad. Me sentía como el hijo pródigo que renegaba de la cocina de su madre. ¿Y qué hice? Pues volver arrepentido. Empecé a llevarme comida de casa al trabajo. Esa comida que solo sabe hacer una madre, porque no se prepara para extraños sino para hijos. En aquella época todavía no se había producido el boom de Masterchef, y la tortilla de patata era tortilla de patata.

No tengo nada contra los restaurantes, ni contra la comida preparada. Simplemente opino que yo como en casa, en ningún sitio mejor.

P.D. Para aquellos que ya no pueden disfrutar de la comida de su madre -no pretendo ponerme trágico- mi tía Paloma os puede orientar con su blog de recetas caseras: http://palomadelarica.com/

P.D. 2 ¿Vosotros también tenéis la impresión de que de un tiempo a esta parte las torrijas se han puesto muy de moda?

domingo, 24 de abril de 2016

No confundamos educación y formación

He estudiado en cuatro colegios distintos, de cuatro países distintos, por el trabajo de mi padre. A mi me educaron mis padres, aunque los conocimientos técnicos los adquiriese en el colegio.

Me parece un error descargar la educación de los hijos en el colegio, por el simple hecho de pagar tus impuestos. No creo que la clave esté en las distintas leyes educativas o en sus reformas, como en fomentar la responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos.

La adquisición de conocimientos de Lengua, Historia y Matemáticas, por citar algunas asignaturas, se consigue en el colegio. Se puede mejorar la pedagogía y el modo de conjugarlo con las nuevas tecnologías. Pero lo más importante que te puede enseñar el colegio es a pensar, y aquí me parece fundamental el papel de la Filosofía, un tanto desprestigiada últimamente.

Los valores éticos y morales, los principios y virtudes, el respeto a la autoridad, el servicio a los demás, la alegría y el esfuerzo, los aprende uno en casa.

No me extiendo más. Solo espero haber apuntado algo de la diferencia entre educación y formación.

sábado, 23 de abril de 2016

God save Spain

Ayer estuve hablando con un amigo que vive en Londres. Lleva un par de años trabajando allí. Le pregunté si pensaba volver a España próximamente. Me contestó que no tenía ganas de volver. El motivo era la situación política en España. Le desanimaba mucho. Decía que allí vive tranquilo. Que los políticos no son el centro de atención, que la gente mira al futuro, y que no se queda estancada en el pasado como aquí. Que los ingleses están orgullosos de serlo, y no viven acomplejados. Añadió por último —y esto me dolió —que muchas veces le da vergüenza decir que es español.

Ojalá se equivoque, ojalá España vuelva a ser una gran nación, ojalá nuestros hijos se sientan orgullosos de su país, ojalá yo pueda contribuir a ello.

miércoles, 20 de abril de 2016

Si te lo explican con fútbol lo entiendes


Para que entiendas la situación política en España:

En la liga los cuatro primeros se clasifican para Europa, pero la Champions solo la puede ganar un equipo.

¿Qué pasa si el árbitro pita el final del partido de ida y ningún equipo ha conseguido meter gol? Todo se decide en el partido de vuelta.

Si tocas, tocas y tocas el balón, pero no llegas a la portería contraria de nada sirve. Si el otro equipo no te sale al encuentro, no se generan espacios, y el que hayas tenido todo el rato la posesión no significa que ganes el partido.

Si el entrenador le pide al capitán que sea el primero en lanzar el penalti pero éste se niega, el entrenador tiene que pedírselo al siguiente.

Si en la plantilla tienes algún jugador titular con problemas con Hacienda, eso indudablemente afectará a su rendimiento personal y en última instancia al rendimiento del equipo.

Si la alineación que has propuesto no te ha funcionado, en el partido de vuelta tienes que procurar hacer algún cambio para ganar el partido.

¿A que si te lo explican con fútbol lo entiendes?

lunes, 18 de abril de 2016

Si Dios no existe, el Papa Francisco es sencillamente una buena persona

Si Dios no existe, el Papa Francisco es sencillamente una buena persona, no cabe duda. Desde hace tres años, nos sorprende y emociona con sus palabras, gestos y acciones. Lo último ha sido su visita a Lesbos para estar con los refugiados.

Ahora bien, ¿y si resulta que Dios existe, y que el Papa es su representante en la tierra? En tal caso, sus preocupaciones podrían ser las del mismísimo Dios: los refugiados, los terremotos de Japón y Ecuador, las guerras, la conservación del planeta, entre otras. Y si eso fuera así, ¿la pequeña capacidad de actuación que le dejan al Papa los líderes políticos y económicos, y la poca correspondencia a sus súplicas por parte de todos nosotros, coincidiría con el reducido espacio que dejamos a Dios en nuestras vidas y sociedades?

Esto no es más que una reflexión personal, pero me lleva a entender que las tragedias de nuestro mundo, no serían indiferentes a Dios. Y aunque producidas -la mayoría- por los hombres, su solución y mejora pasaría por dejar más espacio a Dios en nuestro mundo.

viernes, 15 de abril de 2016

Yo estuve con Justin Bieber

El otro día esperando al autobús coincidí con Justin. Por supuesto se trataba de una foto suya para una campaña de Calvin —cuando uno se codea con famosos no dice los apellidos—. Pero no creo que el encuentro personal diste mucho de la conversación que uno pueda tener con su foto. ¿De qué se puede hablar con los famosos?

No quiero generalizar pero hay personas famosas que lo son no porque sean interesantes, inteligentes, cultas o amables. Son conocidas porque cantan bien, juegan al fútbol, hacen películas, etc. Y eso está muy bien, y si al olmo no se le piden peras, tampoco a determinados famosos es necesario admirarlos más allá de su talento.

Por tanto nena: tu novio no será el más guapo, ni el más rico, ni el más famoso, pero te quiere, y eso es lo importante.

lunes, 11 de abril de 2016

Hagamos una fiesta

Pensando en el "Fútbol leaks" y en los "papeles de Panamá", y en que "Hacienda somos todos", propongo celebrar una fiesta. Están invitados todos, los que pagan impuestos, los que pagan parte y los que no pagan. Una fiesta es una celebración, un momento de alegría, y no conviene excluir a nadie.

La idea es reunirnos para presentar los proyectos del Estado. Los que se realizan con los impuestos de los españoles. Es importante que todos los conozcamos, para alegrarnos de los beneficios de ser español y vivir en España.

Solo si conseguimos entusiasmar a las personas con un proyecto de país que merezca la pena, reduciremos el fraude fiscal y valoraremos el principio de subsidiariedad del Estado.

jueves, 7 de abril de 2016

Perdono pero no olvido

En un artículo anterior (Ande con cuidado) ya alertaba de los peligros para los viandantes en las calles de Madrid. Aunque ya se sabe que el hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra dos veces. Eso es fácil decirlo, pero si las calles están llenas de "piedras" como para no tropezar cientos de veces.

Ayer caminando por la calle Martinez Campos pisé un chicle. Se que es asqueroso leer esto, pero peor es ser el protagonista. Como iba a casa de un amigo, tuve que fingir una cierta cojera que me impedía pisar con el talón derecho. Hubiera sido muy embarazoso restregarlo en la alfombrilla de su puerta.

Se preguntarán que hice para solucionarlo. Pues para empezar perder una moneda de dos euros intentando arrancarlo (ya había intentado usar el borde de la acera sin éxito), pero al final abandoné la moneda en una papelera y seguí con el chicle en la suela.

Al llegar a casa, y otra vez cojear por no manchar esta vez mi alfombrilla, decidí cortar un trozo de papel del tamaño del talón y cubrir con eso la inmundicia.

He dejado el zapato en la terraza a la espera de que llueva, para bajar a la calle y restregar la suela por la acera. Si esto no funciona no sé que voy a hacer.

Total que si alguien sabe quién fue el desalmado que escupió su chicle en la calle Martinez Campos (calculo que pudo ser ayer o hace un año, por la dureza de la inmundicia), por favor dígale que me arruinó la tarde, y que le perdono pero no olvido.

lunes, 4 de abril de 2016

Ironías de la vida

Me ha venido a la cabeza un recuerdo de hace algunos años. Me contaba mi madre que en una ocasión en Perú, se acercó a su coche un hombre que vendía rosas en el semáforo. Era ya tarde, mis padres volvían de una cena. Mi madre le dijo al vendedor que no quería comprar nada. El señor le hizo notar con amabilidad lo irónico de su trabajo: su mujer no se alegraba cuando él volvía a casa con flores, eso significaba que no había conseguido venderlas.