Si Dios no existe, el Papa Francisco es sencillamente una buena persona, no cabe duda. Desde hace tres años, nos sorprende y emociona con sus palabras, gestos y acciones. Lo último ha sido su visita a Lesbos para estar con los refugiados.
Ahora bien, ¿y si resulta que Dios existe, y que el Papa es su representante en la tierra? En tal caso, sus preocupaciones podrían ser las del mismísimo Dios: los refugiados, los terremotos de Japón y Ecuador, las guerras, la conservación del planeta, entre otras. Y si eso fuera así, ¿la pequeña capacidad de actuación que le dejan al Papa los líderes políticos y económicos, y la poca correspondencia a sus súplicas por parte de todos nosotros, coincidiría con el reducido espacio que dejamos a Dios en nuestras vidas y sociedades?
Esto no es más que una reflexión personal, pero me lleva a entender que las tragedias de nuestro mundo, no serían indiferentes a Dios. Y aunque producidas -la mayoría- por los hombres, su solución y mejora pasaría por dejar más espacio a Dios en nuestro mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario